jueves, 21 de febrero de 2008

Carta a Leo

"No hay nada repartido de modo más equitativo que la razón: todo el mundo está convencido de tener suficiente."  
                                                            León Tolstoi(1828-1910)Escritor ruso.           

                                                                                                                                                                Cyberespacio, 21 de febrero de 2008.
Hola Leeeeeeeeeeeeeeeo!!!!!

¿Cómo te va? ¿Todo bien por ahí? A ver cuando te das una vueltita por la ciudad y me visitas!!!!.
 Desde la última vez que nos vimos han pasado muchas pero muchas cosas; creo que para ponerte al día me pasaría un día entero!!!(valga la redundancia!)

Te cuento algunas:el mes pasado, cansada ya de tirar plata en el lavadero, finalmente me compré el lavarropa! Si! Si! Yo....tenía lavarropa. Me lo vendió la vecina y a pesar de que me dijeron de que no fiara de que estuviera en buenas condiciones, el precio fue muy tentador y bueno, lo hice. Y ahora...estoy en plan de ahorro para comprarme otro.
Me animé y prendí el horno...si, yo estoy “cocinando”. Sinceramente las primeras pruebas no han sido muy buenas: el pollo me quedó tostado por fuera y crudo por dentro (aún no se que pasó), las papas se me pegaron a la asadera (lo que me costó despegarlas!!!), hice un bizcochuelo de esos que vienen ya casi listos y...quedó fino y duro como la tabla de picar  que ....aún no tengo. Lástima que no me di cuenta a tiempo y  lo tiré! Me hubiera servido para tal fin.
Flor me quizo dar unas recetas pero yo insisto en que puedo aprender sola ¿ o no?.

A la casa le faltaba algo de vida así que compré una hermosa planta en la feria de los domingos. ¡ Las veces que fuimos allí a comprar libros! Bueno, la planta, no me acuerdo como se llamaba, soy muy mala en eso, no las sé diferenciar de un yuyo,  ya desapareció de este mundo. Ahora estoy por comprarme otra, es que creí que dejándola debajo de al ventana estaría perfecto pero parece ser, según me había dicho mi madre, que  no era de interior...andá plantas de interior y exterior! Por eso no me caen bien y no me aprendo ni los nombres...en definitiva la planta chau! Pasó a mejor vida por porfiada!.

Te confieso que “detalles” como estos me han pasado una y otra vez, más y más. Confieso también que alguna vez me arrepentí de este “nuevo estado”. Disfrutá que aún podés!!

Ya que estoy en plan de confesiones y todo eso, aprovecho y te pido disculpas por las veces que nos peleamos...parece ser que ahora estoy reconociendo eso que siempre decís,parece ser que a veces tengo que darme cuenta que no siempre la razón está conmigo ni en su justa mediday tengo que prestar un poco de atención a los consejos. Claro, sólo un poco porque te darás cuenta que si se me ocurre aprender seriamente a cocinar y empiezo por las recetas de Flor puedo llegar a terminar con una operación en los intestinos!! Ningún extremo es bueno.

Luego de haberte aburrido con mis problemas domésticos, te dejo y me despido con la esperanza de que un día me levante y el desayuno esté pronto, la cama se tienda sola y sea mi jefe el que venga a trabajar a casa!!!.

Nos vemos!!

Tu amiga la soltera independiente...




   






                                               




lunes, 18 de febrero de 2008

¿Cómo vivir solo y no morir en el intento?

No lo se.  Lo que se es que el cyberespacio está lleno de trucos al respecto, algunos en tono de broma y otros todo lo contrario.

Hombres y mujeres que se preguntan lo mismo...yo creo que es un tanto exagerado...bueno, no, no es cierto; conozco ciertas personillas que solas son un peligro hasta para ellas mismas.

Nada, sólo eso. Entren a Google y véanlo por si mismos...parece ser que los solteros independientes del mundo se hacen las más variadas preguntas y para cada una de ellas existen las más variadas y hasta las más locas respuestas!.

jueves, 14 de febrero de 2008

Supermercado: como vencer las tentaciones.

Los supermercados tienen esa magnífica capacidad de poner vaciar nuestros bolsillos y sin que nos demos cuenta...quizás a todos no les pasa.


Yo viví una época en donde por ejemplo iba a comprar un paquete de fideos y una lata de tuco y volvía con ambas cosas y . . .un perfume, un par de medias, un paquete de galletitas rellenas, un paquete de pastillas, una lapicera, una caja de sobres de café. O sea, todo bien, algunas cosas las necesitaba pero otras. . .


Esto se puede hacer una o dos veces por mes pero siempre que vamos de compra no! Nos fundimos! Vamos directo a la quiebra!!


Danger! Danger! Alerta roja!


Una posible solución es que antes de ir al supermercado hagamos una lista y nos prometamos a nosotros mismos traer sólo eso, ni más ni menos. A mi me ha servido aunque claro, hay una o dos veces por mes en los que me da el ataque.Sin embargo con este sistema me he ahorrado cargar con bolsas extras y gastar dinero en cosas que sencillamente no necesito para nada.


Suerte! Y si alguien tiene otro método que avise!!!!

martes, 12 de febrero de 2008

El proceso de limpieza

1) Te das cuenta que tenés que limpiar...Razones existen muchas: o vendrán amigos de visita, tenés invasión de moscas, ya no encontrás nada, etc.


2) Buscás las mil y una excusas para no empezar, das vueltas por toda la casa, hacés zapping hasta morir aunque sepas que no vas a encontrar nada como la gente para mirar, empezás a hacer el curso a distancia de yoga, etc,etc.


3) Resignación...llega la resignación...de a poquito te das cuenta que hay que dejarse de pavear y hay que agarrar la escoba, no queda otra alternativa. Ya no hay nadie que haga las cosas por vos así que...


4) Estuviste tanto tiempo al pedo que ahora es tarde y tenés que hacer todo a las corridas y como te salga.



Estos son los  4 pasos básicos que describen a la  perfección el proceso de limpieza en quienes se están iniciando en este "arte" (puaj! parezco mi amigo Erasmo!) .

lunes, 11 de febrero de 2008

Carta a mi amigo Erasmo

"El que conoce el arte de vivir consigo mismo ignora el aburrimiento."
Erasmo de Rotterdam

                                                              El Cyberespacio, 11 de febrero de 2008.

Querido Erasmo:

Hoy en la mañana hurgué en  mi placard para encontrar una remera que “quería” ponerme y escribo en tiempo pasado porque luego de que se me cayeran unas cuantas prendas al piso y luego de revolver unos diez minutos sin éxito, no la encontré y no tuve más remedio que darme por vencida.Creo, sin temor a equivocarme que un día de estos,tendré que ordenar un poco (siempre y cuando me sienta inspirada).

Al preparar mi sustancioso desayuno( un mísero vasito de yogur descremado y una manzana...dietas....dietas...) tiré los huevos al piso y me tuve que poner a limpiar el “omelette” que hice sin intención alguna. Fruto de esa actividad artístico-culinaria involuntaria me retrasé y mi baño matinal que es casi un acto sagrado, fue ...como decirlo...un..”me puse en pelotas/me mojé/me sequé/me vestí”...

Cuando llegó la hora de partir hacia mi trabajo, para empezar la mañana con energía y luego de esos pequeños inconvenientes vividos, me puse a realizar la divertida tarea de encontrar “las malditas llaves de porquería que andá a saber en donde carajo dejé tiradas”...estuve veinte minutos hasta que aparecieron las muy desgraciadas...¿en dónde estaban? ¡No te importa!¡ Es asunto mio querido Erasmo!.

Yo no se que idea del arte tenés vos che, pero vivir conmigo misma deja mucho que desear desde mi punto de vista...y ...aburrirme...bue...¿de eso no me puedo quejar no? Ma’ si me quejo y que! A veces me embolo Erasmito mio! Y muuuuuuucho! Y no entra dentro de mis parámetros ponerme a ordenar el placard sencillamente porque no se me da la gana y ta!!!.

Bueno, me despido y será hasta la próxima!

A ver cuando pasás por casa para cebarme unos mates!

Bye,

Tu siempre amiga la soltera e independiente :)

viernes, 8 de febrero de 2008

Inspección de la alacena

No cuesta nada y son sólo unos minutitos. Una vez al mes o cada dos meses conviene mirar que es lo que hemos acumulado.

Puedo asegurar que si el período de tiempo entre inspección es mayor a los dos meses, las sorpresas pueden ser varias. Entre ellas: encontrarás muchos productos vencidos y también aquel paquete de sal que perdiste ¿cuando? bueno, no importa, lo cierto es que ni sabías que tenías un paquete de sal extra y bien guardado. También podés llevarte la agradable sorpresa de encontrar un paquete de papas fritas o  uno de galletitas que terminó escondido vaya a saber uno porque razón....bienvenido sea y buen provecho con él/ella!!!

A inspeccionar che, no cuesta nada y puede traer consigo ricos frutos!

lunes, 4 de febrero de 2008

Cuando el estar solo no es una opción.

Su tono prepotente me molestó desde el comienzo. Me daban ganas de decirle que no era maga y que no tenía la culpa que a ella se le ocurriera venir a hacer una reserva a último momento.

-"No hay más habitaciones disponibles. Si lo desea Ud. puede dejarnos  sus datos y si surge alguna cancelación nos pondremos  en contacto  inmediatamente."

Insistió una vez, dos, tres veces; llegué a creer la mujer que estaba sentada frente a mi tenía algún tipo de problema de comprensión. Sin embargo cuando parecía que finalmente se rendía comenzó a hablar...a hablarme de su vida.

Era administrativa de una empresa dedicada al rubro de la construcción. Tenía una compañera que hacía el mismo trabajo que ella y sus cuatro manos no alcanzaban. Había pedido unos días libres y se los negaron. Ese fin de semana, según me explicaba, era su salvación.

Hacía terapia. El día anterior le habían recomendado que se tomara dos días de descanso, la notaban tensa. Fue ahí  cuando comenzó a llorar.

No tenía amigos  ni familia. Su compañero era un gato y a veces la televisión. La señal de cable la había sacado hacía un par de meses.-"Siempre repiten lo mismo"-dijo.

-"Este fin de semana no quiero estar sola. Por eso insisto, perdoname".De a poco se fue calmando. Su tono prepotente había desaparecido, sus ojos me miraban fijamente.

 Finalmente se propuso buscar otra alternativa y se mostraba entusiasmada al respecto,nerviosamente entusiasmada; ahora su actitud me ponía algo nerviosa.

La acompañé hasta la puerta. Me quedé mirándola mientras cruzaba la calle. No tenía más de 40 años y parecía que cargaba con 20 más encima de los hombros, en el color de su ropa, en las canas de su cabeza. Cargaba con la soledad...