miércoles, 16 de noviembre de 2011

Cuando te olvidas de la carne

Y no me refiero a...

Bueno. Este, mejor voy directo al grano.

Sucede a veces soltero/a independiente que en el apuro de cumplir con las obligaciones laborales y domésticas, se nos escapan de las manos algunas cositas. Cierto, a veces se escapan cosotas.

En este caso me refiero al caso en que te olvidaste de ese kilo de carne (picada, pulpa, asado, etc) que compraste la semana pasada. ¿En dónde? Y che, no va a ser en la casa de tu tía. La dejaste ahí nomás tirada, en tu heladera. Pensabas prepararla en la noche y por eso no la pusiste en el freezer y oh!! cosas de la vida, hoy apareció ante tus ojos como un descubrimiento ...asqueroso.

Si, es asqueroso porque lo más probable es que tu pedazo de carne, tu alimento, tenga un olorcito poco agradable. En el peor de los casos, ese olor ha invadido toda tu heladera y peor aún, la carne tiene un color negruzco que asusta. Si este último fuera tu caso, yo te recomendaría tirar la carne al tacho de la basura. Si alguien tiene una mejor sugerencia (excepto la de dársela al perrito) que la diga y la comparta con el resto de la sociedad.

Para el caso de la carne con un poco de mal olor (entiéndase que no ha llegado a ser totalmente insoportable y la carne no está podrida) hay una solución. Es cuestión de armarse de valor, tomar el trozo de carne y lavarlo para quitarle parte del olor(se lava solo con agua, no se le pone ningún tipo de jabón). No te voy a hacer comer eso. Yo no lo haría.

Paso siguiente es abrir tu alacena y recurrir a los condimentos que taaaaaan necesarios son en la práctica del arte culinario :-P

Tomas la carne y le pones orégano, tomillo, ajil...lo que tengas a mano. Luego la salas a gusto y al horno!!!!. Si, si. Y queda rico y todo.

Cosas que pasan cuando te olvidas de la carne...la de vaca/cordero/cerdo/pollo. (Aclaro por la dudas).

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